jueves, 13 de noviembre de 2008

¿Niño hambriento o Quinín contento?

Dejémoslo claro desde un principio: no es más que un puto cerdo.

Numerosas organizaciones, de entre las cuales destaca AnimaNaturalis, han creado una inmensa plataforma para salvar la vida de un pobre e indefenso cerdito cuya inmensa contribución a la humanidad ha sido... tachán tachán... comportarse como un perro doméstico.

Dicha plataforma pretende evitar que este encantador puerquito no pase a mejor vida como todos sus demás primitos, ya que el dueño dice que es hora de vender chuletas, y que la cosa no está como para ahorrase una paletilla o unos chorizos. ¡Maldita crisis! Si es que todo es cosa de dinero, y dinero es lo que se necesita para salvar al "perro porcino". 12.000 euros, que se dice pronto. Nuestros amigos de "Salvemos a Quinín" han decidido que este encantador cuadrúpedo no es simplemente un cerdo, no; es un símbolo. ¿Por qué? Pues porque ha salido por televisión, ¡a dónde va a ir a parar! Hoy en día todo lo que aparezca en el cristalito cuadrado ese ya se beatifica. ¡La sociedad lo exige! Santo, santo, santo el cerdito que ha salido en la tele. Una contribución solidaria para salvar al cerdito...

Y digo yo, ¿nadie se ha parado a pensar en el dinero que hace falta para que no mueran niños de hambre en el tercer mundo? ¿12.000 euros? Con ese dinero media Etiopía tenía para su humilde cena de Navidad. Hay vacunas que cuestan un euro. Una familia aguanta viva una semana con 10.

Pero claro, es que ellos no salen en la tele.











Insisto.
No es más que un puto cerdo.

sábado, 1 de noviembre de 2008

I'm good I'm gone


And if you say I'm not OK
Then that's the goal
If you say there ain't no way that I could know
If you say I aim too high from down below
Well, say it know 'cause when I'm gone...
You'll be callin' but I won't be at the phone
(Lykke Li)