viernes, 29 de agosto de 2008

Soy un cyborg, pero no pasa nada

"Ojalá mi existencia también tuviera un propósito."
(Young-goon)
Ojalá nada tuviese sentido.
Ojalá nada fuese razonable.
Ojalá todo fuera un camino alternativo.

Ojalá estuviésemos todos locos.
Ojalá todo tuviese sinsentidos.
Ojalá nada fuese "sórdido".
Ojalá todo estuviese permitido.

Ojalá nos robásemos los días.
Ojalá nos alimentásemos
el uno
del otro.
Ojalá nos excusásemos en calcetines
para volar en descampados
y camas
de locos.

Ojalá me dejases repararte el alma
para que mi existencia
tuviera algún propósito.


No tenía ni idea de cómo venderos la moto para que fuéseis a ver esta magistral, surrealista y deliciosa película, pero esto es lo que ha surgido, y así se queda porque me gusta. ¡Me encanta! Cualquier otra cosa hubiese ido en contra de su esencia. Un poema tiene mucho más sentido en un manicomio que cualquier asquerosamente prefabricado y razonable comentario cinéfilo. Pero aún así, algo os tendré que contar... mmm... sí:

La típica historia. Chica conoce a chico. Chico conoce a chica. Chica se cree cyborg de combate. Chico se pone máscara para no desaparecer y roba almas. Chica aniquila a doctores y enfermeras. Chico trapichea con almas de compañeros del manicomio. Compañeros aceleran la mezcla. Chica no come por miedo a dañar su estructura interna. Chico se deja la piel intentando que vuelva a comer. ¿Final feliz? Quién sabe. Tan sólo garantizo irracionalidad.

Park Chan-Wook se ha convertido en mi nuevo Dios.

Quiero ser un cyborg, o instalar megatrones de arroz.

P.D.: Trailer en inglés. Trailer en español. La butaca.

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